Hobbycon

by - julio 13, 2015



Mientras en San Diego se celebra la Comic-con International, aquí cerquita en Coruña estaba la Hobbycon. Habíamos ido en la edición anterior y este año volvimos. Mi hijo menor siempre se disfraza para la ocasión, perdón va de Cosplay y se convierte en una celebridad, muchos cosplayers se me acercan para preguntarme ¿puedo hacerle una foto a su hijo? él feliz posa con su cara de cómic de carne y hueso.

Todo lo que hay en este encuentro a mí me suena a chino, bueno, literalmente a japonés, al menos que me pase por al lado Pacman, Candy o Koji Kabuto a quienes sí reconozco y puedo hablar sobre ellos con propiedad porque formaron parte mi infancia, pero, como de todo se aprende en este supermercado de Dios como diría Quino, observo el desfile a mi alrededor de Cosplayers (esta palabra la aprendí allí, ¿ven?) y comienzo el interrogatorio a mis hijos:

¿Y quién es ese del traje naranja? Es Goku, ¿y ese rubio de pelos en punta? Naruto Shippuden, ¿y el que va allá con el trapo rojo en la cabeza? Es Mark Evans de la serie Inazuma Eleven, ¿y esa chica tan guapa de pelo largo verde y faldita mini? Es Hatsune Miku, y yo a pesar de mi interés sigo igual, así que lo dejo porque soy incapaz de memorizar los nombres de los personajes de las novelas de Haruki Murakami, a pesar de meterse en los recovecos de mi alma y gustarme mucho el escritor nipón.

Allí se pueden hacer muchas cosas y sentirse en un Anime como por ejemplo, probar las tortitas que come ese gato inquietante sin orejas que es Doraimon: dorayakis rellenos con nutela.




Y los kakigori y el ramen levantan pasiones entre los que salen vivos de las páginas de los mangas. 


Y te pasan por al lado equipos serios de Quidditch con uniforme y todo como recién salidos de Hogwarts, y disfrutas partidos de Jugger (este deporte mola mucho).


Y hay partidas de juegos de rol complicadísimas. Yo en alguna ocasión he jugado con mis hijos a las cartas Magic y siempre termino derrotada por adversarios menores de edad. Mi mente queda exhausta, porque hay tantas cosas que coordinar como botones en un mando de la PS4.


Y las consolas retro están súper solicitadas. 


Y hay chicos y chicas bailando Covers de K-pop (pop coreano).


Y  un cosplay de Final Fantasy como dibujado por el mismísimo Yoshitaka Amaro (No crean que sé mucho, esto lo busqué en la Wikipedia)


Y a Superman relajado sin trabajos pendientes










Y al salir pienso que definitivamente nací en el siglo pasado.


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